martes, mayo 22

Mejor 22 que el anterior.

Despertarte y darte cuenta que te morís de sueño y "podés" meterte en la cama, relajarte con el sonido del agua (agua con el que "él"-a-m-o-r- se afeita), imaginando que te canta un arroyo del sur, te cantan las cuerdas de una guitarra acústica... y te relajás durmiendo una mañana de un veintidós de mayo como hoy. Porque no es lo mismo, la magia de dormir un día de la semana un rato más, la magia del sonido de tus cuerdas, el abrazo mágico que me diste anoche, la expresión de tus ojos ayer a la tarde, la magia de esa riqueza interna de la que me hablaste ayer, la magia de tus preguntas y tus manos el domingo a la noche...definitivamente no es lo mismo que otras cosas.

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